La adolescencia es un periodo de cambios tanto a nivel biológico, como psicológico, emocional y social. En muchos casos, se producen de forma rápida e intensa, lo que hace que esta etapa sea un reto difícil de asumir por los adolescentes.
El adolescente acaba de dejar atrás una maravillosa etapa, la infancia, en la que sus padres han sido su guía. Con la adolescencia, surge la necesidad de encontrar respuesta a nuevas preguntas y de buscar nuevos referentes.
En este proceso, pueden surgir crisis y dificultades de adaptación. Se pueden sentir desorientados y aparecer problemas emocionales o conductuales. Una forma de identificarlo por parte de los padres y adultos cercanos a los adolescentes es a través de cambios en su comportamiento o estado de ánimo.
En este momento, es fundamental la ayuda de un psicólogo para acompañar al adolescente a reorientar el camino y enseñarle nuevas habilidades.
«Mi método de trabajo con los adolescentes se centra en el abordaje integral de sus problemas, es decir, trabajo desde el área personal, familiar y académico. También, trabajo con los padres para asesorarles y darles pautas y herramientas educativas concretas.
Insisto mucho en la necesidad de la implicación de los padres para el éxito de la terapia del adolescente».
El comienzo de la Universidad supone un gran reto, el primero de todos es la orientación vocacional, elegir qué estudiar y a qué dedicar la vida profesional. Algo nada fácil.
Una vez tomada la decisión, comienza la aventura, en muchas ocasiones lejos del hogar, teniendo que aprender sobre autonomía e independencia de los padres.
A su vez, las demandas y exigencias del ámbito universitario son altas, el método de estudio y trabajo es muy diferente a lo vivido hasta ahora en la etapa escolar. También, surge el desafío de conocer a nuevas personas e iniciar nuevas relaciones de amistad.
«En este momento, pueden aparecer problemas, como, por ejemplo, altos niveles de ansiedad y depresión, un menor rendimiento académico, y un mayor riesgo de abandono de los estudios.
Si crees que esta etapa te está siendo más difícil de lo esperado y que necesitas ayuda, puedes reservar aquí tu cita».
El trabajo principal de la psicoterapia para adultos se centra en ayudar a la persona a superar una situación que le está generando malestar y tiene dificultades para mantener su día a día con normalidad. En otras ocasiones, los adultos acuden a terapia para mejorar su bienestar, dedicarse un tiempo de autocuidado y promover su desarrollo personal.
La vida nos lleva rápido, vamos en piloto automático, pensamos que podemos con todo y que todo pasará. Pero ¿alguna vez te has dedicado un tiempo y te has preguntado qué papel tienen las emociones, el estrés y tus hábitos de vida? Quizá este es el momento de hacerlo.
Si finalmente te animas a visitarme quiero que sepas que la terapia va a ser tu lugar seguro, un lugar donde puedas ser tú mismo, sin sentirte juzgado y donde puedas volver a encontrarte. Tú vas a ser el protagonista.
Estado emocional en el que nos centramos en lo que puede ocurrir en el futuro, y no en lo que está sucediendo ahora. También la presencia de miedos y fobias.
Dependencia física o psicológica a determinadas sustancias o conductas (ludopatía, tecnologías, etc.).
La autoestima es la percepción de cada uno tiene de sí mismo.
Conjunto de herramientas para fomentar el autoconocmiento y descubrir la propia identidad.
Estado de ánimo de tristeza y desmotivación.
Dificultades para tener un sueño reparador y de descanso.
Pérdidas dolorosas.
Pensamientos y conductas repetitivas que generan malestar si no se realizan.
Preconcepción, el embarazo, el parto y el posparto. Ayuda al establecimiento de un vínculo saludable y seguro entre la madre y el bebé.
Burnout, mooving, problemas de liderazgo, gestión del tiempo y de realizar exposiciones en público.
Deseo sexual inhibido, anorgasmia, dispareunia, vaginismo, disfunción eréctil, eyaculación precoz o retardada.
Habilidades de comunicación, asertividad, solución de problemas, empatía, establecimiento de límites.
Presencia de atracones e ingestas compulsivas, restricciones y compensaciones, ingesta emocional.
Convivencia difícil, discusiones frecuentes, problemas de autoridad, falta de tiempo juntos.
Adquisición y mantenimiento de hábitos de vida saludable.
La terapia de pareja es un tipo de terapia centrada en la relación entre dos personas con la particularidad de que tienen una relación de intimidad.
Todas las parejas experimentan tensiones o pasan por momentos difíciles o de crisis periódicas. Esto es normal y natural, pero a veces estas crisis se convierten en crónicas, comienzan a erosionar los cimientos de la relación, poniéndola en peligro.
«Uno de los principales objetivos de la terapia de pareja va a ser ayudar a los miembros de la pareja a comprender y abordar los desafíos que puedan estar afectando a la relación. También, va a ser importante trabajar en la mejora de la comunicación y de la calidad de la relación».
Soy María Rodríguez Villarejo, una psicóloga apasionada por ayudar a las personas a encontrar su bienestar emocional, brindando herramientas para el crecimiento personal y el control de sus vidas.